بِسْمِ اللَّهِ الرَّحْمَٰنِ الرَّحِيمِ
نَحْمَدُہٗ وَ نُصَلِّيْ عَلَی رُسُوْلِهِ الْکَرِیْمِ
En el nombre de Al’lah, el Clemente, el Misericordioso. [Editores]
Alabamos a Al’lah e invocamos Sus bendiciones sobre Su noble Profeta. [Editores]
Introducción
Algunos miembros de mi Yama’at que están poco familiarizados con mi proclamación y los argumentos que la sustentan, y que no han tenido la oportunidad de estudiar mis libros en profundidad, ni han pasado tiempo suficiente en mi compañía para estar plenamente informados, a veces responden a objeciones planteadas por un oponente con una respuesta totalmente contraria a los hechos. Así, pese a su apego a la verdad, han de sufrir la vergüenza.
Hace algunos días, uno de ellos tuvo que hacer frente a la objeción de que la persona a quien había jurado lealtad afirmaba ser un Profeta y un Mensajero, y la respuesta que dió fue una simple negativa, lo cual no es correcto. La realidad es que en las Divinas revelaciones de las cuales yo soy el receptor, palabras como ‘Mensajero’, ‘Apóstol’ y ‘Profeta’, no solo aparecen una vez, sino cientos de veces. Entonces, ¿cómo puede ser correcto decir que tales palabras no han sido empleadas en absoluto? El hecho es que esas palabras encuentran ahora mayor claridad y lucidez que nunca. Incluso en el Brahin-e-Ahmadiyya, publicado hace 22 años, esas palabras aparecen en numerosas ocasiones. Por ejemplo, una de las Revelaciones contenida en el Brahin-e-Ahmadiyya dice:
هُوَ الَّذِي أَرْسَلَ رَسُولَهٗ بِالْهُدَىٰ وَدِينِ الْحَقِّ لِيُظْهِرَهٗ عَلَى الدِّينِ كُلِّهٖ
Él es quien ha enviado a Su Mensajero, con la guía y con la verdadera religión, para que Él la haga prevalecer sobre las otras religiones. [Editores]
(Véase Brahin-e-Ahmadiyya, p. 498)
En esta Revelación, este humilde servidor fue nombrado claramente como ‘Mensajero’. Después en el mismo libro aparece esta Revelación con respecto a mí:
جَرِيُ اللہِ فِيْ حُلَلِ الْاَنْبِیَآءِ
Que significa: ‘Mensajero de Al’lah con el manto de los Profetasas.’ (Véase Brahin-e-Ahmadiyya, p. 504)
En el mismo libro, cerca de la Comunicación Divina anterior, aparece esa Revelación Divina:
مُّحَمَّدٌ رَّسُولُ اللَّهِ ۚ وَالَّذِينَ مَعَهُ أَشِدَّاءُ عَلَى الْكُفَّارِ رُحَمَاءُ بَيْنَهُمْ
Muhammad es el Mensajero de Al’lah, y los que estén con él serán duros con los incrédulos y benévolos entre sí. [Editores]
en la cual fui nombrado ‘Muhammad’ y ‘Mensajero’. Luego aparece esta Revelación Divina registrada en la página 557 de Brahin-e-Ahmadiyya:
‘Un Amonestador ha llegado al mundo.’
Otra representación de esta Revelación sería:
‘Un Profeta ha llegado al mundo.’
En otras partes del Brahin-e-Ahmadiyya, he sido nombrado como el ‘Mensajero’.
Ningún Profeta Independiente puede ya venir después del Profeta Muhammad (sa)
De este modo, si alguien pregunta cómo es posible que otro Profeta venga después del Santo Profetasa que es Jatamun Nabīyyin [el sello de los profetas], la respuesta más simple es que ningún Profeta—nuevo o antiguo—puede venir de la forma en que ustedes esperan que ocurra el descenso de Jesúsas en los últimos días, cuando al mismo tiempo creen también que él será un Profeta, y que continuará recibiendo la Revelación profética durante cuarenta años, y que por lo tanto superará al período de profetázgo del Santo Profetasa. Tal creencia es indudablemente pecaminosa. El versículo:
وَلَٰكِن رَّسُولَ اللَّهِ وَخَاتَمَ النَّبِيِّينَ
Pero él es el Mensajero de Al’lah y el Sello de los Profetas. —AlAhzab, 33:41 [Editores]
Y el Hadiz:
لَا نَبِيَّ بَعْدِيْ
No hay ningún Profeta después de Mí.
(Bujari, Kitabul Fada’il) [Editores]
testifican categóricamente que dicha creencia es completamente falsa.
Yo mismo estoy en desacuerdo con tales creencias y creo resueltamente en el versículo:
وَلَٰكِن رَّسُولَ اللَّهِ وَخَاتَمَ النَّبِيِّينَ
Pero él es el Mensajero de Al’lah y el Sello de los Profetas. —AlAhzab, 33:41 [Editores
Este versículo contiene una profecía de la que nuestros oponentes no tienen la menor idea. En esta profecía Dios Todopoderoso dice que, después del Santo Profetasa, la puerta de las profecías ha sido cerrada hasta el Día del Juicio, y que no es posible para un hindú, un judío, un cristiano o un musulmán nominal asumir el título de ‘Profeta’; y que todas las puertas que llevan a la labor profética han sido cerradas, excepto la puerta de Sirat-e-Siddiqi [Devoción total al Santo Profetasa, como la mostrada por Hazrat Abu Bakr Siddiqra, su compañero más cercano], es decir, la de la entrega total al Santo Profetasa.
Un Profeta Zilli Puede Aparecer
Así pues, el que llega a Dios a través de esta puerta está cubierto, por medio del Zil [un fenómeno espiritual, Zil o Zil’liyyat significa reflejo, y se refiere a cuando una persona llega a reflejar las características de otra por devoción completa, borrando su yo y ego en el proceso a tal grado que se considere que ya no haya ninguna diferencia entre los dos, y ya son la misma persona en el sentido espiritual] por el mismo manto de la labor Profética, que es el manto del Profetazgo de Muhammadsa. Como tal, el hecho de ser Profeta no es un asunto que deba suscitar recelo, pues no obtiene este estatus de sí mismo, sino de la fuente del Santo Profetasa; y no para su propia gloria, sino para la gloria y majestad del Santo Profetasa. Por esta razón, en el cielo él es denominado como Muhammadsa y Ahmadsa. De esta manera, la labor profética de Muhammadsa, en el análisis final, regresa a Muhammadsa, aunque a través del Burūz [se refiere a una manifestación espiritual; cuando un individuo anterior se manifiesta de nuevo espiritualmente a través de otro mediante el proceso de zilliyat] y a nadie más.
Entonces, el versículo:
مَّا كَانَ مُحَمَّدٌ أَبَا أَحَدٍ مِّن رِّجَالِكُمْ وَلَٰكِن رَّسُولَ اللَّهِ وَخَاتَمَ النَّبِيِّينَ
Muhammadsa no es el padre de ninguno de vuestros hombres, sino que es el Mensajero de Al’lah y el Sello de los Profetassa. —Al-Ahzab, 33:41 [Editores]
Significa que:
لَیْسَ مُحَمَّدٌ اَبَا اَحَدٍ مِّنْ رِّجَالِکُمْ وَلٰکِنْ ھُوَ اَبٌ لِرِجَالِ الْاٰخِرَةِ لِاَنَّهٗ خَاتَمُ النّبِیِّیْنَ وَ لَا سَبِیْلَ اِلَی فُیُوْضِ اللہِ مِنْ غَیْرِ تَوَسُّطِهٖ
Muhammad no es el padre de ningún hombre en este mundo, pero es el padre de los hombres del Más Allá porque es el Sello de los Profetasas y no hay manera de recibir la Gracia Divina excepto a través de su intermediación. [Editores]
Mi Profetazgo y mi estatus de Mensajero lo son sólo en virtud de Muhammadsa y Ahmadsa, y no en mi derecho propio; y me fue dado este nombre gracias a mi completa devoción al Santo Profetasa. Esto no cambia de ninguna manera la connotación real de Jatamun Nabīyyin, pero el descenso de Jesúsas desde el cielo ciertamente la cambiaría.
El Significado del Término Nabi
También se debe recordar que el significado literal de Nabī [profeta] es el de aquel que revela lo invisible después de haber sido informado por Dios. Por lo tanto, el título de Nabī estaría justificado dondequiera que se aplique esta connotación. Un Nabī tiene que ser un Rasūl [mensajero], ya que si no es un Rasūl no puede ser el receptor del conocimiento de lo invisible, como se indica en el versículo:
فَلَا يُظْهِرُ عَلَىٰ غَيْبِهِ أَحَدًا [] إِلَّا مَنِ ارْتَضَىٰ مِن رَّسُولٍ
Él no concede a nadie ascendencia sobre Su dominio de lo invisible, excepto a aquel a quien Él elige como Su Mensajero. —Al-Yinn, 72:27-28 [Editores]
Por tanto, teniendo en cuenta esta connotación, si se niega la aparición de un Nabī, ello será equivalente a creer que esta umma [comunidad islámica] ha sido privada de la dirección Divina, y a la inversa; porque quien revela cuestiones de lo invisible sobre la base del conocimiento Divino necesariamente será un Nabī dentro de la connotación del versículo:
لَا يُظْهِرُ عَلَىٰ غَيْبِهِ
Él no concede a nadie autoridad sobre su dominio de lo invisible …—Al- Yinn, 72:27 [Editores]
Nabuwwat ya es sin Shariah y a través de ser sumergido en el Profeta Muhammad (sa)
Igualmente, cualquier enviado de Dios será llamado Rasūl. La única diferencia es que, después de nuestro Santo Profetasa hasta el fin de los días, no podrá haber un Nabī a quien se le conceda una nueva shariah [ley islámica]. Tampoco se le puede conceder a nadie el título de Nubuwwat [Profecía o Profetázgo] a menos que sea a través del Santo Profetasa, y a menos que la persona haya llegado a tal grado de completa devoción a Élsa que también sea llamado Muhammad y Ahmad en el cielo.
وَ مَنِ الدَّعٰی فَقَدْ کَفَرَ
El que afirma falsamente ser un Profeta es un infiel [Editores]
La clave de este misterio es la siguiente: La connotación verdadera de Jatamun Nabīyyin exige que si alguien se denomina a sí mismo Profeta mientras mantiene el más leve velo de alejamiento [entre él y el Santo Profetasa] esa persona será culpable de romper el Sello de Jatamun Nabīyyin. Sin embargo, el que está tan inmerso en el Jatamun Nabīyyinsa que recibe susa nombre y refleja susa rostro, será (a causa de esta completa unidad y armonía) denominado Profeta sin contravenir el Sello; pues él es Muhammadsa, aunque por medio del Zil [i.e. reflejo].
Así, pese a la reclamación de rango profético por parte de la persona que es denominada Muhammad y Ahmad por medio del Zil, nuestro señor y maestro Muhammadsa aún seguiría siendo el Jatamun Nabīyyin, en la medida en que este segundo Muhammad es solo un reflejo del mismo Muhammadsa y usa su nombre. Sin embargo, Jesúsas no puede venir sin romper el Sello en la medida en que su Profetazgo es distinto y separado.
Y si nadie pudiera llegar a ser un Profeta o un Mensajero, incluso a través del Burūz, entonces ¿cuál sería el significado de la oración*:
*[nota] Hay que tener en cuenta que a los musulmanes se les ha prometido cada una de las recompensas que se les dio a los primeros Profetasas y a los hombres de Dios. Entre esas recompensas están las Revelaciones y buenas nuevas que permitieron a los primeros Profetasas cumplir con los requisitos para ser llamados Nabi. El Sagrado Corán cierra la puerta del conocimiento de lo invisible a todos, menos al Nabi y al Rasul, como se evidencia en este versículo:
لَا يُظْهِرُ عَلَىٰ غَيْبِهِ أَحَدًا [] إِلَّا مَنِ ارْتَضَىٰ مِن رَّسُولٍ
Él no otorga a nadie autoridad sobre Su dominio de lo invisible, excepto a aquel a quien elige como Su Mensajero. Al-Yinn, 72: 27-28 [Editores]
Por lo tanto, uno debe ser un Nabi para que se otorgue un conocimiento claro e inequívoco de lo invisible. El versículo:
أَنْعَمْتَ عَلَيْهِمْ
A quien has concedido Tus bendiciones. Al-Fatihah, 1: 7 [Editores]
testifica que los musulmanes no están privados del conocimiento de lo invisible. Además, de acuerdo con la connotación de este versículo, el conocimiento de lo invisible requiere del Profetazgo y del estatus de Mensajero. Pero como no se puede recibir de manera directa, hay que aceptar que el único camino para recibir este don es a través de Buruz, Zil’liyyat y perdiéndose completamente en el Santo Profetasa. Reflexionen sobre esto. [Autor].
اهْدِنَا الصِّرَاطَ الْمُسْتَقِيمَ [] صِرَاطَ الَّذِينَ أَنْعَمْتَ عَلَيْهِمْ
Llévanos por el camino recto – el camino de aquellos a los que has concedido Tus bendiciones – Al-Fatihah, 1: 6-7 [Editores]
Diferencia entre Muhaddaz y Nabi
Que quede claro que yo no niego ser un Profeta y un Mensajero en esta connotación. Es con esta misma connotación con la que el Mesías Prometido ha sido designado Profeta en Sahih Muslim [recompilación auténtica de los dichos del Profeta Muhammadsa]. Si a alguien a quien se le concede el conocimiento de lo invisible por Dios Todopoderoso no se le puede dar el título de Profeta, entonces, ¿de qué otra manera se le puede llamar? Si usted dice que debe ser llamado Muhaddaz [lit. la persona con quien se habla. Se refiere a una persona que recibe inspiración o revelación de alguna forma por parte de Dios], yo contestaría que ningún léxico atribuye a Tahdiz [el acto de recibir inspiración o revelación] la connotación de revelación de lo invisible, mientras que Nubuwwat [profecía] significa precisamente la revelación de lo invisible.
Nabī es una palabra común en el árabe y el hebreo. En hebreo es pronunciada Nabī y su raíz es Naba, que significa profetizar sobre la base del conocimiento recibido de Dios. Un Profeta no es necesariamente un portador de la ley, pero el Profetazgo es un regalo Divino a través del cual se revelan aspectos de lo invisible.
He Recibido Profecías Divinas por lo que soy un Nabi
Puesto que yo he sido testigo del claro cumplimiento de unas ciento cincuenta Profecías Divinas, ¿cómo puedo negarme el título de Nabī o Rasūl? Puesto que Dios mismo me ha concedido estos títulos, ¿por qué debería abandonarlos por temor a otro? Juro por Dios—y malditos sean los que fabrican mentiras sobre Él—que Él me ha enviado como el Mesías Prometido. Así como creo en los versículos del Sagrado Corán, también creo—sin la menor diferencia—en la Revelación manifiesta que me ha sido comunicada, y en la verdad que Dios me ha mostrado a través de repetidos signos. Estoy dispuesto a jurar en los recintos de la Santa Casa de Dios [Baitul’lah] que la pura Revelación que desciende sobre mí es la palabra del mismo Dios que habló a Moisésas, a Jesúsas y al Santo Profetasa.
La tierra y el cielo han dado testimonio de mi verdad. Ambos han proclamado que yo soy el Representante de Dios. Pero era necesario, de acuerdo con las Profecías, que me denegaran. Esto es así porque aquellos cuyos corazones están velados no aceptan la verdad. Sé que Dios ciertamente me apoyará como siempre ha apoyado a Sus Mensajerosas. Nadie puede oponerse a mí, pues el apoyo Divino no está con ellos.
Dondequiera que yo haya negado ser un Profeta o un Mensajero, solo lo ha sido en el sentido de que no he traído una ley independiente ni soy un Profeta independiente. Soy un Mensajero y Profeta únicamente en el sentido de que he recibido la gracia espiritual del Mensajero [Muhammad]sa a quien sigo, y, habiendo recibido su nombre para mí mismo, y a través de él, he recibido de Dios el conocimiento de lo invisible. Pero no he venido a traer una nueva ley. Nunca he rechazado que me llamaran Nabī [Profeta] en este sentido. De hecho, es en este mismo sentido en el que Dios se me ha dirigido como Nabī y Rasūl; y es en este sentido que no niego ser un Nabī o Rasūl. En cuanto a mi declaración:
من نیستم رسول و نیاوردہ ام کتاب
No soy un Mensajero y no traigo ningún libro. [Editores]
sólo significa que no soy un Profeta portador de ley.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta y nunca ser olvidado, que, a pesar de haber sido nominado como Nabī y Rasūl, he sido informado por Dios que ésta recompensa no ha descendido sobre mí directamente. Hay un ser supremo en el cielo cuya gracia espiritual está conmigo, y este ser es Muhammad, el Elegidosa. Es en base a esta relación, y fusionándome en él, y recibiendo sus nombres –Muhammad y Ahmadsa– que yo soy un Rasūl al igual que un Nabī, lo que, en otras palabras, significa que he sido comisionado por Dios y recibo conocimiento de Él sobre lo invisible. Así, el Sello de Jatamun Nabīyyin permanece intacto, porque he recibido su nombre a través de la reflexión y el Zil, a través del espejo del amor.
Si alguien se siente ofendido porque la Revelación Divina me ha nombrado Nabī y Rasūl, sería necio que así lo sintiera, ya que el hecho de que yo sea un Nabī y un Rasūl no rompe el Sello establecido por Dios.*
[*nota] ¡Qué maravilloso arreglo! De esta manera, ni el Sello de la Profecía de Jatamun Nabiyyin se rompe, ni los musulmanes en su conjunto se ven privados de los frutos de la labor Profética que se mencionan en el versículo:
لَا يُظْهِرُ عَلَىٰ غَيْبِهِ
Él no concede a nadie autoridad sobre Su dominio de lo invisible. -Al-Yinn, 72:27 [Editores]
Pero, por otra parte, no quedaría nada del islam si Jesúsas, -cuyo Profetazgo se estableció seiscientos años antes del islam- volviera de nuevo, en contravención con el versículo Jatamun Nabiyyin. En respuesta a esto, sólo podemos esperar el insulto de nuestros oponentes, así que dejemos que insulten.
وَسَيَعْلَمُ الَّذِيْنَ ظَلَمُوْٓا أَيَّ مُنقَلَبٍ يَنقَلِبُوْنَ
Y los malvados sabrán pronto a qué lugar regresarán. Al-Shu’ara ‘, 26: 228 [Editores]
[Autor]
Si Jesús Viene, Rompe el Sello de la Profecía del Profeta Muhammad (sa)
Es evidente que, así como digo que Dios se ha dirigido a mi como Rasūl y Nabī, también mis oponentes aseguran respecto a Jesús, hijo de Maríaas, que él vendrá nuevamente después de nuestro Santo Profetasa. Puesto que Jesúsas es un Profeta, la misma objeción—sobre la ruptura del Sello de Jatamun Nabīyyin—se levantará contra él como se ha levantado contra mí. Pero yo afirmo que, después del Santo Profetasa, que era Jatamun Nabīyyin, no puede haber ninguna objeción en mi contra por haber sido nombrado Rasūl o Nabī, y que esto no rompe el Sello.
Yo Soy el Zill y Buruz Profetizado del Profeta Muhammadsa
He mencionado repetidamente que, de acuerdo con el versículo:
وَآخَرِينَ مِنْهُمْ لَمَّا يَلْحَقُوا بِهِمْ ۚ وَهُوَ الْعَزِيزُ الْحَكِيمُ
Y entre otros de aquellos que aún no se les han unido. Al-Yumu’ah, 62: 4 [Editores]
Como Burūz, soy el mismo Profeta Jatamun Nabīyyinsa. Hace veinte años, en Brahin-e-Ahmadiyya, Dios me nombró ‘Muhammadsa’ y ‘Ahmadsa’ y declaró que yo era el Santo Profetasa. Así, el estatus de Santo Profetasa como Jatamun Nabīyyin no está de ninguna manera en peligro debido a mi Profetazgo, ya que el Zil nunca es independiente del original. Puesto que soy Muhammadsa por medio del Zil, el Sello de Jatamun Nabīyyin permanece intacto y el Profetazgo de Muhammadsa permanece confinado a Muhammadsa. Esto significa que de cualquier manera es Muhammadsa quien sigue siendo el Profeta, y nadie más.
Puesto que soy el Santo Profetasa por medio del Burūz, y toda su perfección y excelencia, incluyendo su Profetazgo, se reflejan en el espejo de mi Zil’liyyat, ¿dónde está entonces la persona que afirmaba ser un Profeta independiente?
Si aún así no me aceptais, entonces deben saber que en vuestros propios libros de Hadiz está escrito que el Mahdi Prometido [literal., el líder guiado. Se refiere a una figura mencionado en los hadices que aparecerá junto a Jesús en los últimos días, pero en realidad es sólo otro título del Mesías] será como el Santo Profetasa, tanto en carácter como en apariencia. Su nombre corresponderá al nombre del Santo Profetasa—lo que significa que se le dará el nombre de Muhammad y Ahmad; y que pertenecerá a la casa del Santo Profetasa.*
[*nota] Se deduce de mi historia ancestral que una de mis bisabuelas era de una noble familia Sayyed (la familia del Profeta Muhammadsa) y descendiente de Hazrat Fatimara (la hija del Profeta Muhammadsa). Esto fue confirmado por el Santo Profetasa, que me dijo en un sueño:
سَلْمَانُ مِنَّا اَھْلَ الْبَیْتِ عَلٰی مَشْرِبَ الْحَسَنِ
Salman es de la gente de mi casa según la disposición de Hasanra. [Editores]
Me llamó Salman, que significa dos Silms. Silm en árabe denota reconciliación. Esto significa que se decreta que tendrán lugar dos tipos de reconciliación a través mía: La primera es la reconociliación interna, mediante la cual la malicia interior y el rencor serán erradicados, y la segunda es la reconciliación externa, que podrá fin a todos los motivos de enemistad exterior, y, al manifestar la excelencia y grandeza del islam, atraerá a personas de otras religiones hacia él. Se desprende que aquel a quien se han referido en el Hadiz como Salman1 no es otro que yo mismo, pues la profecía de dos reconciliaciones no puede ser aplicada al primer Salman [Hazrat Salman Farsira, el compañero del Profeta Muhammadsa]. Declaro sobre la base de la revelación Divina que soy persa por descendencia y, según el Hadiz registrado en Kanzul ‘Ummal, los persas no son sólo israelitas, sino que también están entre los Ahl-e-Bait [la familia del Profeta Muhammad]2. En una visión, Hazrat Fatimara colocó mi cabeza en su regazo y así me mostró que yo también pertenecía a su progenie. Dicha visión se registra en Brahin-e- Ahmadiyya. [Autor]
Está escrito en algunas Tradiciones que:
‘Él [es decir, el Mahdi] procederá de mi [del Profeta Muhammadsa]’.3
Este es un sutil indicio de que él derivará su existencia espiritual del Santo Profetasa y será un reflejo de su espíritu. Esta noción está fuertemente apoyada por las palabras que el Santo Profetasa utilizó al describir su relación con el Mahdi Prometido, pues llegó incluso a darle su propio nombre. Esto significa claramente que el Santo Profetasa quería describir al Prometido como su propio Burūz, de igual forma que Josué era el Burūz de Hazrat Moisésas. Y de ninguna manera es necesario que el Burūz sea el hijo o nieto del Sahib-i-Burūz [El Profeta o Santo cuya imagen espiritual se manifiesta en el Buruz]. Lo esencial es que, en lo referente a la relación espiritual, los Burūz deben haber emergido del Sahibi Burūz, y esta mutua gravitación y relación entre ambos debe haber sido ordenada desde el principio. Sería totalmente opuesto a la espléndida sabiduría del Santo Profetasa que omitiera la descripción de la verdadera connotación del Burūz y dijera que él [el Prometido] sería su nieto. ¿Qué tiene que ver esto con Burūz? Si tal relación era necesaria para Burūz, entonces, ¿por qué la relación menos perfecta del nieto era preferible a la relación del hijo? El hecho es que, mientras que en su Santo Libro Al’lah ha negado la paternidad del Santo Profeta [Corán 33:41], Él ha dado bienaventuranzas de un Burūz [Corán 62:4].
Si este concepto del Burūz no fuera cierto, entonces ¿por qué los Compañeros del Prometido fueron designados como Compañerosra del Santo Profetasa en el siguiente versículo?
وَآخَرِينَ مِنْهُمْ
Y entre otros de aquellos. – Al-Yumu’ah, 62: 4 [Editores]
Habría que negar este versículo para negar el concepto del Burūz. Los que piensan en términos físicos, a veces vinculan al Prometido con la progenie de Hasanra, a veces con la de Husainra, y a veces con la de ‘Abbasra [hay dichos que dicen que el mahdi será de la familia del Profeta, pero hay discrepancias entre ellos en cuanto a la rama concreta de la que aparecerá]. Pero lo que el Santo Profetasa realmente quería decir era que el Prometido sería su heredero, al igual que un hijo, es decir, heredaría su nombre, su carácter, su conocimiento, su espiritualidad y reflejaría su propia imagen. Él no adquiriría nada por sí mismo, sino que adquiriría todo del Santo Profetasa, y así se perdería en Élsa para reflejar susa propia imagen. De la misma manera que adquiriría—por medio del Zil—su nombre, carácter y conocimiento, también obtendría su título de ‘Profeta’, pues la imagen formada por el Burūz nunca está completa si no refleja las excelencias y perfección del original en todos los aspectos. Dado que el Profetazgo es el sello distintivo de un Profeta, es esencial que también se refleje en la imagen creada por el Burūz. Todos los Profetasas han seguido creyendo que el Burūz es un reflejo completo de su original, tanto que incluso sus nombres se vuelven idénticos. Así como es evidente en este contexto que nombrar a alguien Muhammadsa y Ahmadsa, por medio del Burūz no crea dos Muhammads o dos Ahmads, igualmente, dirigirse a alguien como ‘Profeta’ o ‘Mensajero’—por medio del Burūz—no rompe el Sello de Jatamun Nabīyyin, pues la persona del Burūz no posee existencia independiente. El Profetazgo de Muhammadsa, por lo tanto, queda confinado solamente a Muhammadsa. Todos los Profetasas están de acuerdo en que el Burūz no implica dualidad, ya que su estatus se ajusta a ese versículo persa:
من تو شدم تو من شدی من تن شدم تو جاں شدی
تا کس نگوید بعد زیں من دیگرم تو دیگری
Me he convertido en ti y te has convertido en mí, me he convertido en el cuerpo y te has convertido en el alma; así que ahora nadie debe decir que tú eres uno y yo soy otro. [Editores]
Por otra parte, si Jesúsas regresa al mundo, no puede hacerlo sin romper el Sello de Jatamun Nabīyyin.
En resumen, el término Jatamun Nabīyyin representa el Sello Divino que se ha fijado sobre el Profetazgo de Muhammadsa. Es imposible ahora que este Sello se rompa nunca. Lo que sí es posible, sin embargo, es que el Santo Profetasa pueda aparecer en el mundo en la forma de un Burūz, una o miles de veces, y podría, por medio del Burūz, proclamar su Profetazgo con todo su esplendor y perfección. El advenimiento de tal Burūz fue ordenado por Dios Todopoderoso, tal como Él dice:
وَآخَرِينَ مِنْهُمْ لَمَّا يَلْحَقُوا بِهِمْ
Y entre otros de aquellos que aún no se les han unido. Al-Yumu’ah, 62: 4 [Editores]
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Los Profetas nunca están celosos de su Burūz porque refleja su propia imagen y carácter, aunque están celosos de otros. Basta considerar cómo el Profeta Moisésas lloró en la noche del Mi‘rall [esto se refiere a la visión espiritual del Profeta Muhammadsa cuando fue llevado al cielo, superó a todos los profetas anteriores y se le concedió una visión extraordinaria de Dios] y expresó su envidia al ver que el Santo Profetasa lo había dejado atrás.
¡Solo imaginen cuánto dolor sentiría el Santo Profetasa si Dios dijera que no habría Profeta alguno después de él, y que sin embargo Él enviaría a Jesúsas en contravención con Su propia palabra! Por lo tanto, el Profetazgo por medio del Burūz no resta valor al Jatm-e-Nubuwwat, ni rompe el Sello; pero el advenimiento de cualquier Profeta independiente golpearía al núcleo mismo del islam.
Y sería sumamente despectivo para el Santo Profeta imaginar que la tarea monumental de vencer al Dayyal [en los hadices, esto se refiere a un monstruo tuerto que gobernaría el mundo que iba a aparecer en los últimos días. Sería asesinado por el Mesías. En realidad, Dayyal es una figura simbólica que se refería a los poderes cristianos de la época] debiera ser realizada por Jesús y no por él. También equivaldría – Dios no lo quiera – a falsificar el versículo:
وَلَٰكِن رَّسُولَ اللَّهِ وَخَاتَمَ النَّبِيِّينَ
Pero él es el Mensajero de Al’lah y el Sello de los Profetas. – Al-Ahzab, 33:41 [Editores]
Este versículo contiene implícita la profecía de que el Profetazgo ha sido ahora sellado hasta el Día del Juicio, y nadie— con la excepción del Burūz, que es el mismo Santo Profetasa—tiene el poder de recibir tal conocimiento Divino como el recibido por los Profetasas. Dado que yo soy el Burūz de Muhammadsa que ha sido ordenado desde la eternidad, se me ha concedido, por lo tanto, el Profetazgo en la forma del Burūz, y el mundo entero carece de poder para oponerse a él, porque se ha puesto un Sello sobre el Profetazgo. Un Burūz de Muhammadsa estaba destinado a venir en los últimos días con toda la perfección de Muhammadsa, y así ha venido. Ésta es la única ventana a través de la cual se puede obtener agua de la fuente del Profetazgo.
Resumiendo, el Profetazgo o el estatus de Mensajero en forma del Burūz no rompe el Sello de la Finalidad del Profetazgo, pero la idea del descenso de Jesús sí rompe dicho Sello, pues requiere la negación del versículo:
وَلَٰكِن رَّسُولَ اللَّهِ وَخَاتَمَ النَّبِيِّينَ
Pero él es el Mensajero de Al’lah y el Sello de los Profetas. – Al-Ahzab, 33:41 [Editores]
El Sagrado Corán no contiene ni siquiera un indicio de esta doctrina absurda y no islámica, ¿y por qué razón, si va en contra del versículo mencionado anteriormente? Por otro lado, la llegada de un Profeta y Mensajero en la forma del Burūz es corroborada por el Sagrado Corán, como es evidente en el versículo:
وَآخَرِينَ مِنْهُمْ
Y entre otros de aquellos. Al-Yumu’ah, 62: 4 [Editores]
¿Por qué no se menciona el nombre del Zill del Profeta Muhammadsa en el Corán?
Hay una bella sutileza en la expresión de este versículo. Aunque claramente menciona a las personas que se contarían entre los Compañerosra, no menciona expresamente a la persona que iba a venir como Burūz, es decir, al Mesías Prometido, y a través del cual estas personas se contarían entre los Compañeros del Santo Profetasa y a las que se considera que están bajo su guía.
Esta omisión deliberada tiene la intención de dar a entender que el Burūz en su propio derecho no sería una entidad, por lo tanto, su Profetazgo o estatus de Mensajero en la forma del Burūz no rompería el Sello de Finalidad. Es por eso que el versículo lo trata como una entidad no existente y presenta al Santo Profetasa en su lugar.
Otro Versículo que Menciona el Buruz del Profeta Muhammadsa
La aparición de un Burūz también ha sido prometida en el versículo:
إِنَّا أَعْطَيْنَاكَ الْكَوْثَرَ
Ciertamente te hemos dado abundancia de bien. – Al-Kauzar, 108: 2 [Editores
Significa que en su época se manifestaría Kauzar, es decir, manantiales de bendiciones espirituales fluirán libremente y un gran número de personas se convertirían en verdaderos seguidores del islam. Este versículo mira con desdén la necesidad de una progenie física y promete, en cambio, la progenie por medio del Burūz. Aunque Dios Todopoderoso me ha bendecido con el honor de ser israelita y fatimita, y comparto ambas sangres, doy prioridad, sin embargo, a la relación espiritual, que es la del Burūz.
El objetivo de este discurso es aclarar que, mientras mis ignorantes oponentes me acusan de afirmar que soy un Profeta o un Mensajero, yo mismo no hago tal afirmación. No soy un Profeta ni un Mensajero como ellos piensan. Soy un Profeta y un Mensajero de la manera que acabo de describir. Por lo tanto, es falso y malvado el pensamiento de quien me acusa maliciosamente de afirmar que soy un Profeta y un Mensajero. Es solo por medio del Burūz por el que fui hecho Profeta y Mensajero, y sobre esta misma base Al’lah me ha nombrado muchas veces Su Profeta y Su Mensajero, pero solo a través del Burūz. Mi propia persona no llega a ninguna parte, sino que toda ella pertenece a Muhammad Mustafasa [el elegido]. Por eso es por lo que he sido llamado Muhammadsa y Ahmadsa.
Por lo tanto, el Profetazgo y el estatus de Mensajero no han sido transferidos a nadie más. Lo que pertenecía a Muhammadsa permanece con Muhammadsa. Con él sean la paz y las bendiciones.
Humildemente
Mirza Ghulam Ahmad de Qadian
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