Cómo Volverse en Musulmán

Introducción

La Kaa'ba, la mezquita sagrada en el islam

Cualquiera que crea en la veracidad del islam y desee sinceramente seguirlo puede convertirse en musulmán, sea hombre o mujer, árabe o no árabe.

Para convertirse al islam, una persona debe familiarizarse primero con los fundamentos de la religión. La mejor manera de hacerlo es leer el Corán, aunque también puede leer otros libros y materiales. Debe reflexionar profundamente sobre el mensaje y decidir si el mensaje del islam ha sido revelado por Dios o no. Debe rezar para que Dios le guíe. Si después de este proceso cree que el islam es realmente revelado por Dios, debe aceptarlo, ya que el islam enseña que una persona debe hacerse musulmana si desea seguir el camino correcto en la vida y alcanzar la salvación. 

Creencias Básicas

Hay seis creencias básicas en el islam

Toda persona que desee convertirse en musulmán debe familiarizarse con las enseñanzas y rituales básicos del islam.

El Profeta Muhmmad (sa) declaró en una ocasión que existen seis creencias básicas en el islam, conocidas como “los artículos de la fe”1. Estos son:

  1. Creer en Al’lah: Un Dios universal y único.
  2. Creer en los ángeles de Al’lah: Los ángeles realizan diversas tareas en el universo, entre ellas facilitar la revelación y traer la muerte.
  3. Creer en los libros revelados de Al’lah: El islam menciona muchos libros revelados, como la Torá y los Salmos de David, revelados para sus pueblos específicos y según las necesidades de su época.
  4. Creer en los Profetas de Al’lah: El islam enseña que Dios envió a miles de profetas a diversas partes del mundo para guiar a toda la humanidad. Todos estos profetas trajeron el mismo mensaje básico: que la salvación pasaba por aceptar a Dios y seguir sus mandamientos transmitidos a través de ellos.
  5. Creer en el Día de la Resurrección: tras la muerte, Dios nos resucitará y nos juzgará, tras lo cual se entrará en el paraíso o en el infierno.
  6. Creer en el Decreto de Al’lah: Dios tiene el control de todas las cosas.

Acciones y Rituales Básicos

Un musulmán orando durante el peregrinaje islámico

También hay cinco rituales básicos que los musulmanes realizan, conocidos como los “cinco pilares del islam”2. Estos son:

  1. La Declaración de Fe (Shahadah): La declaración verbal que se hace para convertirse en musulmán.
  2. La oración diaria (Salat): Una oración ritual que se ofrece cinco veces al día. Se ofrece en momentos específicos durante el día, e incorpora tanto posturas físicas como oraciones verbales.
  3. El ayuno (Saum): Abstención de toda comida, bebida y relaciones conyugales desde la salida hasta la puesta del sol durante el mes sagrado islámico del Ramadán.
  4. Contribución económica (Zakat): Una parte de la riqueza de una persona se reserva para los requisitos y necesidades de la fe.
  5. Peregrinación (Hayy): Visitar la ciudad sagrada de La Meca y sus alrededores durante los días estipulados y realizar allí ciertos rituales. Debe realizarse al menos una vez en la vida de un musulmán capaz.

Aceptar el Islam: la Shahadah

La declaración de fe en árabe

La manera de convertirse en musulmán es sencilla. Consiste en hacer una declaración verbal intencionada, voluntaria y solemne, conocida como la Shahadah (declaración de fe). La Shahadah es un anuncio de la conversión del individuo al islam. Aunque existen diversas variantes, la forma más sencilla es la siguiente:

“No hay nadie digno de adoración excepto Al’lah, y Muhammad es el Mensajero de Al’lah”3

Es importante comprender bien lo que implican estas palabras. El Mesías Prometido, Mirza Ghulam Ahmad (as), en un lugar explica:

“…El significado de [las palabras árabes] “No hay nadie digno de ser adorado excepto Al’lah”, que se derivan de sus diversos significados en el léxico árabe es que no hay nadie a quien desear, ni amar, ni adorar, ni obedecer excepto Al’lah… Si una persona con la sinceridad de su corazón establece este significado en su alma, entonces necesariamente cualquier concepto opuesto será expulsado de su corazón, ya que los opuestos no pueden subsistir juntos. Cuando las pasiones del ego son expulsadas, esa es la condición que se llama verdadera pureza y rectitud.

El propósito de la segunda parte del credo, es decir, creer en el Mensajero de Dios [Muhammad], es que la fe se establezca también en la Palabra de Dios, pues es necesario que una persona que confiesa que desea convertirse en un siervo obediente de Dios crea en los mandamientos de Dios; y la creencia en los mandamientos de Dios no es posible sin creer en aquel a través del cual los mandamientos han sido transmitidos. Este es el verdadero significado del credo [Islámico]”4

El Profeta Muhammad (sa) explicó los beneficios de aceptar el islam. Dijo que aceptar el islam borra los pecados anteriores del converso5, y que es ilícito que el fuego del infierno toque a una persona que se convierte en musulmana después de la muerte6.

Esto se debe a que la aceptación sincera del islam es un acto de enorme arrepentimiento. Al convertirse en musulmán, una persona renuncia a todas las creencias incorrectas, actitudes no islámicas y estilos de vida anteriores, sometiéndose completamente ante Dios y Su mensajero. Tal acto de sinceridad hace que reciba la misericordia especial de Dios. Junto con el perdón de sus pecados anteriores, se abre para él la gracia especial de Al’lah en forma de su amor, cercanía y ayuda en su nueva condición de ser verdaderos creyentes.

De la misma firms, Al’lah explica en el Corán la necesidad de aceptar el islam. Afirma que la verdadera religión en el mundo actual es el islam7, y que si alguien busca o sigue otra religión que no sea el islam, no le será aceptada y resultará en su pérdida el Día del Juicio8. Además, quien rechaza la invitación del islam sólo puede hacerlo con falsas justificaciones y negando los signos de veracidad de la fe, lo que se considera “inventar falsedades contra Al’lah”9.

La Shahadah puede realizarse en privado o ante testigos. Algunos eligen hacerla en una mezquita ante un imán, lo cual es recomendable ya que también les pondrá en contacto con una comunidad que puede ayudarles tras la conversión. Se recomienda ducharse antes de hacer la declaración10, aunque no es obligatorio. Algunos optan también por adoptar un nombre “musulmán”, en la mayoría de los casos en árabe, tras la conversión, aunque también en la mayoría de los casos esto es opcional.

Pasos a seguir tras la conversión al islam

Hay unos pasos fáciles a seguir trás aceptar el islam

Aceptar el islam significa que una persona debe intentar inculcar todas las enseñanzas de la religión en su vida. Se trata de un proceso gradual que se extiende a lo largo de la vida del converso. Sin embargo, hay ciertas actividades que forman la base de los futuros progresos en el islam. Los más importantes son los siguientes:

Aprender y ofrecer las oraciones diarias (Salat) con regularidad

La oración musulmana se ofrece cinco veces al día

El Profeta Muhammad (sa) aconsejó:

“La religión es muy fácil y quien se sobrecargue en su religión no podrá continuar así. Así que no deben ser extremistas, sino intenten acercarse a la perfección y reciban la buena nueva de que serán recompensados; y ganen fuerza adorando por las mañanas, las tardes y durante las últimas horas de las noches.”11

En otro hadiz, el Profeta (sa) instruyó que después de la Shahadah, los nuevos conversos deben ser instruidos en realizar las oraciones diarias, y después en el pago del Zakat (limosna)12.

Según estos ahadith, el primer cambio práctico necesario en la vida de un converso es empezar a aprender y ofrecer las cinco oraciones diarias, conocidas como Salat. El Salat establecerá una conexión más profunda y permanente entre el converso y Al’lah, purificándolo de sus vicios13.La gracia de Al’lah empezará a ayudar al converso en su comprensión y entendimiento del islam, así como en su habilidad, deseo y determinación para avanzar en su fe y práctica. Las prácticas que antes parecían difíciles se volverán gradualmente más fáciles, tanto en pensamiento como en práctica. Lo contrario también es cierto: sin Salat, el converso no podrá crecer durante mucho tiempo como musulmán.

Hacer contribuciones financieras regulares 

Hay que dar regularmente en el camino de Al'lah

Al’lah ha vinculado el ofrecimiento del Salat y las contribuciones financieras en el Corán14. Sea cual sea la cantidad, desde el principio el converso debe empezar a reservar una cantidad mensual para dar en el camino de Al’lah. El Corán ha subrayado la importancia de gastar en el camino de Al’lah15 y ha declarado que es un medio de purificar16 y aumentar la riqueza17, de estar a salvo de las pruebas18, y en general de asegurar la complacencia de Al’lah. El Profeta Muhammad (sa) ordenó que el musulmán debe salvarse del fuego mediante contribuciones económicas, aunque sólo pueda dar medio dátil19.

Leer el Sagrado Corán a diario (aunque sólo sea unos minutos).

Leer el Corán es un acto de devoción

 Leer el Corán con regularidad y detenidamente es un mandamiento de Al’lah20. El Sagrado Corán proporciona todo lo necesario para el camino de una persona hacia Al’lah. Su lectura aumentará el conocimiento de la fe, pero además es un acto de devoción que traerá más bendiciones a la vida del converso. El Profeta (sa) afirmó que recitar una sola letra del Corán resulta en al menos diez buenas acciones escritas por Al’lah para el individuo21. El converso debe de leer la traducción del Corán. Más tarde debe de intentar aprender a leerlo en su texto original de árabe.

Participar en el sermón y la oración del viernes (Yummah) en la mezquita local. 

Viernes (Yummah) es el día semanal sagrado en el islam

El viernes es un día sagrado en el islam. En ese día, todos los hombres deben de dejar el trabajo y asistir al servicio del viernes22. También se anima a las mujeres a participar. El sermón sirve para elevar el espíritu, aumentar los conocimientos y estrechar lazos con los miembros de la comunidad. El Profeta Muhammad (sa) indicó que participar en el Yummah es un medio para el perdón de los pecados cometidos desde el servicio del viernes anterior23. Es probable que la hora de la oración coincida con las horas de trabajo (en torno al mediodía). El converso debe pedir a su empleador que le conceda el día libre o que le permita ausentarse durante las horas específicas del Yummah para poder ir a la mezquita y luego regresar a su lugar de trabajo. A veces, es posible hacerlo durante una pausa prolongada para comer. Si al principio resulta difícil participar todas las semanas, la persona debe hacer el esfuerzo de ir tanto como le sea posible, mientras busca el perdón de Al’lah e implora Su ayuda para cumplir con esta importante responsabilidad. El Profeta (sa) afirmó que quien falte a servicios de viernes por negligencia, Al’lah pondrá un sello en su corazón24 y los considerará entre los desatentos25.

¿Cuánto debo saber antes de convertirme al islam?

No es necesario ser un experto en islam para poder aceptarlo

Muchas personas que se plantean convertirse al islam se preguntan si saben lo suficiente para hacerlo.

Convertirse al islam sólo requiere que una persona considere verdadera la declaración de fe (No hay nadie digno de adoración salvo Al’lah y Muhammad (sa) es el Mensajero de Al’lah), tenga conocimientos básicos de la religión y sea sincero en su deseo de poner en práctica las enseñanzas del islam en su vida. No se estipula que una persona deba convertirse primero en un erudito de la religión antes de la conversión.

El principio subyacente es que una persona debe desear humildemente someterse a la voluntad de Al’lah. Cuando Al’lah pone este deseo en su corazón, debe hacer la Shahadah26.

Después de la aceptación, el conocimiento del converso crecerá naturalmente a medida que continúe estudiando y experimentando la gracia de Dios27.

¿Debo practicar el islam antes de aceptarlo?

El islam no es complicado: no es necesario practicar el islam antes de aceptarlo

Al igual que la pregunta anterior, hay quienes se preguntan hasta qué punto deben practicar el islam, si es que deben hacerlo, antes de convertirse a la fe.

La respuesta corta es que una persona que esté considerando convertirse al islam no debe tratar de implementar estrictamente los rituales o prácticas islámicas regulares en su vida antes de convertirse formalmente a la religión.

Practicar el islam correctamente sólo puede ocurrir después de que una persona se convierta en musulmana. Esto se debe a que la práctica del islam requiere primero un arrepentimiento adecuado (o al menos la intención de ello) de un estilo de vida no islámico. Esto a su vez asegura la gracia especial de Dios y establece una firme determinación en el converso, facilitando su comprensión y práctica del islam.

Es por ello que el Profeta Muhammad (sa) animó a los futuros musulmanes a convertirse primero en musulmanes a través de la Shahadah, y después a practicar el islam, empezando por el Salat y luego el Zakat28.

La razón también dicta este camino. Las acciones son producto de los pensamientos, que se rigen por creencias y principios subyacentes. Para que las acciones de una persona cambien con regularidad, primero es necesario que cambien sus creencias y pensamientos. El cambio de creencias se consigue a través de la Shahadah.

El camino hacia el islam para un converso es ante todo intelectual. Una persona debe llegar a un punto en el que sea capaz de aceptar sinceramente la Shahadah basándose en la convicción personal que nace de su estudio de las creencias islámicas. A partir de entonces comienza la fase de la puesta en práctica. Al poner en práctica las prácticas islámicas, el converso experimentará la gracia especial de Al’lah en diversas formas, que servirán para aumentar su certeza en Al’lah y en la veracidad del islam. Estas experiencias servirán para transformar su creencia intelectual previa en una basada en la experiencia personal.

La intención de un no musulmán que sigue ciertas prácticas del islam puede ser buena y sincera hasta cierto punto, pero en última instancia no se debe a su completa sumisión a la voluntad de Al’lah. Es en cierta medida por interés personal, curiosidad, capricho o por el deseo de “probar” el islam y ver si es “para ellos”. Como resultado, sus acciones, coloreadas en diferentes grados por motivaciones mundanas, no resultarán en el mismo grado de bendiciones espirituales que las de un musulmán, que practica el islam por pura sumisión a la voluntad de Al’lah.

A pesar de esta realidad, un no musulmán puede seguir cualquier aspecto del islam que desee. Al’lah es misericordioso y no deja que ninguna buena acción o intención, por pequeña que sea, quede sin recompensa29.

Incluso esa práctica imperfecta del islam puede servir para acercar a una persona a Al’lah y facilitar su posterior conversión. No obstante, el medio más eficaz para entablar una relación con Al’lah y recorrer el camino correcto en la vida es declararse primero musulmán y comenzar después con la práctica.

Practicar el islam antes de aceptarlo también puede ser potencialmente contraproducente. La práctica del islam conlleva intrínsecamente ciertas dificultades y sacrificios. Una persona que primero no ha formulado correctamente sus intenciones y determinación, ni se ha asegurado la gracia especial de Al’lah a través del acto de arrepentimiento que es una parte integral de la aceptación del islam, no estará a la altura de la tarea de llevar a cabo regularmente las obligaciones más pesadas del islam, y quizás ni siquiera las que son relativamente menores. Si intentan practicar el islam en ese estado, lo más probable es que lo consideren difícil, incomprensible o demasiado restrictivo. Lo más triste es que muchos ni siquiera se dan cuenta más tarde de que fueron sus esfuerzos prematuros y, en muchos casos, egoístas al intentar practicar el islam sin cambiar sus creencias subyacentes (contrarias a las instrucciones del Profeta Muhammad (sa)) lo que provocó su fracaso, y nada inherente a las enseñanzas en sí.

Unirse a la Comunidad Musulmana Ahmadía

Mirza Ghulam Ahmad (as), el Mesías Prometido

Existen varias interpretaciones y grupos dentro del islam. Al aceptar el islam, el converso comprenderá que sus creencias y acciones coinciden más con unos grupos que con otros. Las diferencias más grandes y definidas existen entre las versiones suní y chií del islam.

La principal diferencia entre el islam Ahmadía y todos los demás grupos es la aceptación de Mirza Ghulam Ahmad (as) como el Mesías Prometido.

El Profeta Muhammad (sa) declaró que, dado que el islam es una religión eterna, perfecta y bajo la protección divina, Al’lah enviaría en cada siglo rejuvenecedores islámicos que mostrarían de nuevo el verdadero islam y su superioridad sobre cualquier contingencia30

También declaró que, en la era final, cuando los musulmanes estuvieran en su punto más bajo y todos sus corrientes en el camino erróneo31, Dios enviaría al segundo Jesús, el Mesías Islámico, como el rejuvenecedor más ilustrado en la historia del islam32 y seguidor del Profeta Muhammad (sa) para demostrar de nuevo las verdaderas enseñanzas del islam.

Mirza Ghulam Ahmad (as) (1835-1908) declaró bajo revelación divina que él era esa persona esperada. Escribió más que 90 libros explicando la veracidad del islam y también los signos, señales y milagros que demostraron su propia veracidad como el Mesías.

Bai’at

El Jalifa leyendo las condiciones del baiat

Los que aceptan a Mirza Ghulam Ahmad (as) como el Mesías Prometido y se convierten en miembros de su comunidad se conocen como musulmanes áhmadis.

El método para convertirse en musulmán áhmadi es a través de firmar el formulario del baiat, que significa convertirse en discípulo espiritual del Mesías Prometido (as) mediante un juramento de fidelidad. Hay 10 condiciones de este juramento que Mirza Ghulam Ahmad (as) estipuló para aquellos que deseaban unirse a su comunidad. Son las siguientes:

La persona que desea aceptar el Islam y unirse a la Comunidad Musulmana Ahmadía, debe cumplir de manera firme las siguientes condiciones:

  1. Prometer solemnemente abstenerse del SHIRK (atribuir copartícipes a Dios) hasta el día de su muerte.
  2. Se apartará de la falsedad, fornicación, adulterio, miradas licenciosas; de la inmoralidad y libertinaje; crueldad; deshonestidad; rebelión; y de toda clase de mal. No se dejará arrastrar por sus pasiones, por fuertes que sean.
  3. Ofrecerá con regularidad las cinco oraciones diarias de acuerdo con los preceptos de Dios y del Noble Profeta. Hará lo posible por rezar el “Tahayud” (oración voluntaria de antes del alba), e invocará el ‘”Darud”” (bendiciones) sobre el Noble Profeta. Será constante en implorar el perdón de sus pecados y en recordar las Mercedes de Dios, alabándole y glorificándole.
  4. No dañará, llevado por sus pasiones, a las criaturas de Dios en general, y a los musulmanes en particular, con sus manos, su lengua o de otra forma.
  5. Permanecerá fiel a Dios en todas las circunstancias; en la dicha y en la tristeza, en la adversidad y en la prosperidad; en la alegría o la desdicha; y se someterá en todo momento al decreto de Dios, estando dispuesto a padecer toda clase de ofensas y padecimientos en Su camino. Nunca se apartará de El en época de desgracia, sino que se Le aproximará aún más.
  6. Se abstendrá de seguir costumbres no islámicas y malas inclinaciones; y se someterá completamente a la autoridad del Sagrado Corán, haciendo de la palabra de Dios y de las palabras del Noble Profeta, la regla principal de su vida.
  7. Renunciará totalmente al orgullo y la vanidad, y adoptará una vida de humildad y modestia; de cordialidad, de indulgencia y bondad.
  8. Amará a la religión, la dignidad de la religión y a la causa del Islam más que a su propia vida, riquezas, dignidad, hijos y demás seres queridos.
  9. Se consagrará al servicio de las criaturas de Dios sólo por Su amor y procurará beneficiar en lo posible a la humanidad con las facultades y capacidades que Dios le haya otorgado.
  10. Establecerá un vínculo de hermandad con este humilde siervo de Dios, prometiéndome obediencia por amor a Al-lah en todo lo bueno; y lo mantendrá hasta el día de su muerte. Que sea tal esta afinidad que no se encuentre otra semejante en otro tipo de relación o parentesco que requiera obediencia.

El Mesías Prometido (as) escribió en su libro “El Anuncio Verde” sobre el baiat:

“Otro mensaje que quiero trasladar a la gente en general, y a mis hermanos musulmanes en concreto, es que se me ha ordenado recibir un juramento de lealtad (Bai’at) por parte de quienes buscan la verdad y desean adquirir la verdadera fe y pureza; y anhelan encontrar el camino hacia el amor de Dios; y quieren renunciar a su existencia vil, indolente y falsa. Todo aquel que tenga la voluntad de hacerlo que venga a mí. Seré su consuelo y haré todo lo posible para aliviar su carga. Dios les bendecirá a través de mis oraciones y mi atención, siempre que sus corazones y sus almas estén listas para cumplir Sus condiciones. Este es un mandato Divino que por la presente traslado.”33

La Carta al Jalifatul Masih

Además, hay una carta que la persona firma dirigida al Jalifa, o sucesor espiritual actual del Mesías Prometido, quién dirige la Comunidad. Esta carta señala que la persona acepta al Jalifa del Mesías Prometido también y entra así por extensión en su baiat. Hoy en día, estamos en la época del quinto sucesor del Mesías Prometido, Hazrat Mirza Masroor Ahmad.

Hazrat Mirza Masroor Ahmad, el quinto sucesor del Mesías Prometido

 El texto de la carta es el siguiente:

Hazrat Jalifatul Masih V

Assalam-o-Aleikum Wa Rahmatul-lahi Wa Barakatohu

(qué la paz, las bendiciones y la misericordia de Al’lah sea con usted)

He estudiado y comprendido con la razón que Al’lah el Altísimo me ha otorgado, los requerimientos y condiciones de Baiat (compromiso con la comunidad) las cuales acepto con el corazón. Por medio del presente formulario DECLARO querer ser miembro activo de la Comunidad Musulmana Ahmadía, esperando que me incluyan en sus oraciones y en la Comunidad. Doy fe de lo siguiente:

Atestiguo que nadie es digno de ser adorado sino Al’lah. Él es Único y no tiene coparticipes. Y testifico que El noble Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Al’lah sean con él) es Su Siervo y Su Mensajero.

De esta forma, ingreso hoy en la Comunidad Musulmana Ahmadía tomando fraternalmente la mano de  Hazrat Mirza Masroor Ahmad (Jefe Supremo Actual), en señal de hermandad. Tengo la firme creencia que el Profeta Muhammad (sa) es el sello de todos los Profetas (Jatam-an-Nabiyin), también, creo que Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (la paz sea con él) fue el Imám Mahdi y el Mesías Prometido, cuyo advenimiento fue anunciado por el Profeta Mohammad (sa).

Prometo que:

  • Siempre haré lo posible poner en práctica las diez condiciones de mi compromiso con la comunidad.
  • Siempre daré preferencia a mi fe sobre todas las cosas mundanas.
  • Siempre seré leal con la Institución de Jilafat-e-Ahmadía y que obedeceré al Jalifatul Masih en cada cosa buena que se requiera de mí. Insha’lah (Dios mediante)

 

Pido perdón a Al’lah, mi señor, de todos mis pecados y me vuelvo hacia Él.

¡Oh Señor, mi Dios, mi alma se extravió y confieso todos mis pecados; te suplico que me perdones, no hay nadie excepto Tú para perdonar! Amén.

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Notas a pie de página

  1. Véase Sahih Muslim, El Libro de la Fe, #8
  2. Ibid
  3. “Las palabras en árabe son مُحَمَّدُ الرَّسُوْلُ اللہِ لَا اِلٰهَ اِلَّا اللہُ laa ilaaja il’lalaa Mujammadur rasu lul’laj
  4. Nur-ul-Corán No. 2, Ruhani Yaza’in, vol. 9, pp. 419-420, Essence of Islam vol. 2, pg. 290-291
  5. Sahih Muslim, El Libro de la Fe, #121
  6. Sahih Bujari, el Libro del Conocimiento, #128
  7. “En verdad, ante Al’lah la verdadera religión es el islam (sumisión completa)…” (Corán, 3:20)
  8. Y a quien busque una religión distinta del islam, no le será aceptada, y en la vida futura estará entre los perdedores.” (Corán, 3:86)
  9. Y ¿Quién comete una iniquidad mayor que quien forja una mentira contra Al’lah cuando es invitado al islam? Al’lah no guía a los hombres injustos.” (Corán, 61:8)
  10. Sahih Bukhari, El Libro de las Expediciones Militares, #4372
  11. Sahih Bujari, El libro de la fe, #39
  12. Sahih Bukhari, El Libro del Zakat, #1395
  13. Sahih Bujari, El libro de la fe, #39
  14. “Di a Mis siervos creyentes que deben cumplir la Oración y gastar de lo que les hemos proporcionado, secreta y manifiestamente, antes de que llegue un día en el que no habrá tratos ni amistad.” (Corán, 14:32)
  15. “Emplead de lo que os hemos proporcionado, antes de que la muerte llegue a uno de vosotros y diga: ¡Señor mío! Ojalá me hubieses concedido respiro durante un poco más de tiempo, a fin de que pudiera dar limosnas y encontrarme entre los justos.” (Corán, 63:11)
  16. “Toma limosnas de su riqueza para que los limpies y purifiques con ellas…” (Corán, 9:103)
  17. “¿Quién es el que hará un préstamo magnífico a Al-lah para que Él se lo multiplique muchas veces?...” (Corán, 2:246)
  18. El Profeta Muhammad (sa) declaró: "La Sadaqa aplaca la ira del Señor y evita una mala muerte". (Yami At-Tirmizi, El Libro del Zakat, #664)
  19. Sahih Bujari, El Libro del Zakat, # 1417
  20. “…y recita el Corán lenta y atentamente.” (Corán, 73:5)
  21. Yami At-Tirmizi, Libro de las Virtudes del Corán, #2910
  22. “¡Oh vosotros, los creyentes! Cuando se haga la llamada a la Oración del Viernes, apresuraos al recuerdo de Al-lah y dejad todos los negocios. Esto es lo mejor para vosotros, si lo supierais.” (Corán, 62:10)
  23. Sahih Muslim, el Libro de la Purificación, #233
  24. Sunan An-Nasai, El Libro de Yummah, #1369
  25. Sunan ibn-e-Mayah, El libro de las mezquitas y las congregaciones, #794
  26. “Así, a quien Al-lah desea guiar le abre el corazón para que acepte el Islam…” (Corán, 6:126)
  27. “…Y temed a Al’lah. Y Al’lah os concede el conocimiento y Al’lah conoce perfectamente todas las cosas.” (Corán, 2:283)
  28. Sahih Bujari, El Libro del Zakat, #1395
  29. “Entonces, quien haya hecho el peso de un átomo de bien, lo verá, y quien haya hecho el peso de un átomo de mal, lo verá también.” (Corán, 99:8-9)
  30. El Profeta (sa) dijo: “Al'lah suscitará para esta comunidad al final de cada cien años a quien le renovará su religión.” (Sunan Abu Daud)
  31. El Profeta Muhammad (sa) dijo, “Los judíos se dividieron en setenta y una sectas, una de las cuales estará en el Paraíso y setenta en el Infierno. Los cristianos se dividieron en setenta y dos sectas, de las cuales setenta y una estará en el Infierno y una en el Paraíso. Juro por Aquel cuya mano es el alma de Muhammad, que mi nación se dividirá en setenta y tres sectas, una de las cuales estará en el Paraíso y setenta y dos en el Infierno". Se dijo: "Oh, Mensajero de Al’lah, ¿quiénes son?" Él dijo: "La Yama’at (comunidad unida dirigida por un líder rectamente guiado)". (Mishkaat ul Masabih)
  32. El Profeta Muhammad (sa) dijo, “La Hora no se sucederá hasta que el hijo de María aparece entre ustedes como un gobernante espiritual justo. Romperá el poder de la cruz, matará a los cerdos (inclinaciones bestiales) y abolirá el impuesto Yizya por prohibir la guerra falsa en nombre del islam. Él distribuirá la riqueza espiritual hasta tal punto que nadie la aceptará.” (Sahih Bujari)
  33. El Anuncio Verde, pág. 33

La Paz Individual

La paz personal en el Islam significa estar en armonía con uno mismo, con la familia, la sociedad y, lo que es más importante, con

El Islam y la Democracía

El islam enseña que las elecciones deben hacerse con integridad, que el gobierno debe gobernar con absoluta justicia y que debe existir un sistema de